Este es un buen tema para nuestro viaje de Cuaresma. Movernos de la idea de que la iglesia es un edificio, un sitio de reunión, el santuario, los salones de clase, hacia la visión de que lo que hace realmente viva la iglesia, es que sea un hogar espiritual para todos. Un hogar es más que los bienes que se poseen, un hogar es un conjunto de relaciones personales de amistad, gratitud, afecto, respeto, compasión, solidaridad, apoyo y fundamentalmente amor. El viaje de esta cuaresma nos invita a buscar desarrollar esa experiencia comunitaria, y esa necesidad de apoyarnos en nuestro crecimiento mutuamente.
Aprovechemos este viaje, renovémonos en el camino, recuperamos la Cuaresma como la práctica espiritual marcada por la incesante búsqueda de Dios, la oración, el ayuno, la meditación en la Palabra de Dios. Ese es el ejemplo de Cristo, sus cuarenta días en el desierto fueron su práctica espiritual preparatoria al comienzo de su predicación.
El devocional de este año, por medio de los estudios bíblicos, busca llevarnos a reconocer al Cristo vivo en escenas de su ministerio terrenal, y nos motiva a servir a Jesús con actos concretos de amor fraternal.
De eso se trata finalmente la fe, de reconocer al Salvador y vivir la vida encarnando la fe que él nos ha regalado por sola gracia y amor.
Dios los bendiga en este viaje Cuaresmal.
Pastor Jose Luis La Torre
